domingo, 17 de enero de 2010
JOAQUIN RODRIGO. Concierto de Aranjuez.
Joaquín Rodrigo nace en Sagunto el 22 de noviembre de 1901, día de Santa Cecilia, patrona de la Música. A los tres años de edad, pierde la vista como consecuencia de una epidemia de difteria.
A los ocho años inicia, en Valencia, los estudios musicales de solfeo, violín y piano. Después, armonía y composición con los maestros Francisco Antich, Enrique Gomá y Eduardo Chavarri. Sus primeras composiciones datan de 1923.
En 1927, se traslada a París e ingresa en la Escuela Normal de Música para estudiar composición con Paul Dukas, quien demuestra una especial predilección hacia su discípulo. Pronto se da a conocer como pianista y compositor en los ambientes musicales parisinos y entabla amistad con Ravel, Milhaud, Honneger, Stravinski y Manuel de Falla.
En 1933 contrae matrimonio con la pianista turca Victoria Kamhi, quien es desde entonces hasta su fallecimiento en julio de 1997, compañera inseparable y su más asidua colaboradora.
En 1940 tiene lugar en Barcelona el estreno mundial del Concierto de Aranjuez para guitarra y orquesta, primera de sus obras que le daría fama universal y claro ejemplo de su personalidad. Rodrigo se mantiene fiel a una estética que él mismo gustaba denominar "neocasticismo", practicando la tradición tonal, el gusto por las formas clásicas e incorporando elementos cultos como forma de unión entre la tradición española y el presente, creando ese estilo reconocible de inmediato. Conoce las más modernas estéticas europeas, pero afirma su propia personalidad.
La música de Joaquín Rodrigo representa un homenaje a las distintas culturas de España ya que se vale, como fuente de inspiración, de las más variadas manifestaciones del alma de su país, desde la historia de la España romana hasta los textos de los poetas contemporáneos. Ha enriquecido todos los géneros, pero quizás sea el compositor de nuestro siglo a quien más debe la estética del concierto. Ha cultivado especialmente la canción, a la que ha dado un lenguaje nuevo y universal, creando obras maestras como Cántico de la esposa o los Cuatro madrigales amatorios. Sus obras para piano solo bastarían para situarlo en primera línea, pero además su creación instrumental abarca importantes composiciones para violín, cello, y flauta. Hay que destacar además la aportación de Joaquín Rodrigo al repertorio para guitarra, que ha sido definitiva, pues ha logrado su dignificación e internacionalización como instrumento de concierto.
Joaquín Rodrigo falleció en Madrid el 6 de julio de 1999 rodeado de su familia.
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No sé cuál me gusta más. Las dos interpretaciones son bellísimas.
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